25 marzo 2007

Ciudad del silencio

Dirección y guión: Gregory Nava. País: USA. Año: 2007. Duración: 115 min. Género: Drama, thriller. Interpretación: Jennifer Lopez (Lauren Fredericks), Antonio Banderas (Díaz), Martin Sheen (George Morgan), Maya Zapata (Eva), Sonia Braga (Teresa), Rene Rivera (Aris), Kate del Castillo (Elena), Randall Batinkoff (Frank Kozerski), Bob Morrisey (Bill Kellog), Julio César Cedillo. Producción: Gregory Nava, Simon Fields y David Bergstein. Música: Graeme Revell. Fotografía: Rey Villalobos. Montaje: Padraic McKinley. Diseño de producción: Miguel Ángel Álvarez. Vestuario: Elisabetta Beraldo.

Esta película no me ha defraudado en absoluto, sabía que poco más que floja iba a ser, y os preguntareís el por qué de mis suposiciones, pués bien, os lo diré, al mezclar a "quiero y no puedo" también conocida como Jennifer López junto con un Antonio Banderas venido a menos el cocktail resultante tendrá un sabor amargo.

Lauren Fredericks es una periodista con agallas e iniciativa que quiere escribir una artículo sobre las mujeres desaparecidas en Ciudad Juarez. Allí se pondrá en contacto con un antiguo compañero de trabajo, Díaz, que le enseñe la ciudad y ayude en la investigación. Eva a sobrevivido a una trágica agresión y Lauren y Diaz la ayudarán a sobrevivir e intentarán que declare contra los malhechores.

El argumento es simplemente interesantísimo, sin embargo la manera de contarlo es bastante ridícula, llena de tediosas moralinas que buscan sentimientos de culpabilidad, con escenas típicas de telefilm y que no se las cree nadie, con una Jennifer haciendo de buena samaritana en un papel que la desborda por todos los lados. Maya Zapata, en el papel de Eva, salva la película, pués el papel de Antonio Banderas es bastante simplón y secundario.



El principio de la película es esperanzador, con un buena historia que contar que puede llegar a la gente sencillamente, pero se encauzan rápidamente por una narrativa excesivamente comercial y un excesivo intento de lucimiento de su actriz principal. Peca de un exceso de dramatismo en una película que se supone de investigación y que al terminar nos deja la sensación de que nos ha contado una historia ficticia que en realidad es todo un drama en México y que la denuncia que se quiere hacer se la dejan olvidada entre tanta moralina antiglobalización y económica.

A pesar de mi resentimiento incomprensible hacia esta actriz he de decir que la película se disfruta, y mucho, porque expresa dolor, repulsa e impotencia.

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