Héroes del cielo
Dirección: Gérard Pirès.País: Francia.Año: 2005.Duración: 102 min.Género: Acción.Interpretación: Benoît Magimel (Capitán Antoine "Walk'n" Marchelli), Clovis Cornillac (Capitán Sebastien "Fahrenheit" Vallois), Géraldine Pailhas (Maëlle Coste), Alice Taglioni (Teniente Estelle "Pitbull" Kass), Phillippe Torreton (Bertrand), Jean-Baptiste Puech (Ipod), Christophe Reymond (Stan), Fiona Curzon (Sra. Redgrave), Jean-Michel Tinivelli (Coronel Farje), Éric Poulain (Capitán Kléber).Guión: Gilles Malençon; basado en los personajes creados por Jean-Michel Charlier y Albert Uderzo.Producción: Éric Altmayer, Nicolas Altmayer y Laurent Brochand.Música: Chris Corner.Fotografía: Pascal Lebégue.Montaje: Véronique Lange.Diseño de producción: Jean-Pierre Fouillet.Vestuario: Chattoune.
Hoy realmente estoy cansado, por lo que la elección de esta película se ha visto influida por mis ganas de desconectar, de ver algo que me provocara al sueño. Pensareis que estoy algo trastocado, posiblemente tengais razón, pero después de un día de turismo por el Madrid de mis amores, visita al museo de El Prado incluida, no he sido fiel a mi mismo y no he visto "La ciencia del sueño" que era la película que tenía pensado ver, pués se habla bien de ella y quería comprobarlo.
Ya estoy perdiendo el hilo, continuemos con la película de los valerosos pilotos de las fuerzas aéreas francesas. En un salón internacional de la aeronaútica, en Inglaterra, desaparece un Mirage 2000, un avión ultramoderno, la misión de encontrarlo recae sobre Marchelli y Valois, dos honorables pilotos consagrados. Todo apunta a una célula terrorista y el gobierno iniciará las investigaciones pertinentes.
Volviendo a leer el párrafo anterior me doy cuenta de que la película es simplona, poco trabajada, algo repetida en el cine, insulsa, zafia, mala, cansina, trasnochada y posiblemente incinerable, sin embargo visualmente resulta increible. Los personajes son "personajes tipo", de esos que se cogen para no pensar, el tonto, el listo, el guapo, la guapa, el malo, todos tan estereotipados como ridículos. El director además se molesta en dar un vuelta a la trama donde no hay necesidad porque casi desde el principio perdemos el interés por lo que pasa, va a pasar o pasó y sólo nos interesan los avioncitos, sus acrobacias y las maravillosas vistas que nos regala la cámara.
Algunas tomas aéreas son realmente denunciables por la mala calidad o, quizás, mala elección del ángulo o enfoque, sin embargo tras acabar la película tienes un buen sabor de boca porque no han podido engañarte, sabías que ibas a tragarte una basura de película y lo has hecho con deleite, pués todavía tienes esas impagables imágenes aéreas de Paris grabadas en la retina.
Es un escaparate de la tecnología militar aérea, un albúm de aviones, que, por momentos, parece patrocinado por el gobierno francés para vender su tecnología. Adolece de un rancio patriotismo achacable a este tipo de películas. Sólo por las imagénes merece la pena, y mucho, que perdaís noventa minutillos de vuestro tiempo en esta peliculilla.
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