La ciencia del sueño
Dirección y guión: Michel Gondry.País: Francia.Año: 2006.Duración: 105 min.Género: Comedia dramática.Interpretación: Gael García Bernal (Stéphane Miroux), Charlotte Gainsbourg (Stéphanie), Alain Chabat (Guy), Miou Miou (Christine Miroux), Aurélia Petit (Martine), Sacha Bourdo (Serge), Pierre Vaneck (Sr. Pouchet), Emma de Caunes (Zoé), Stéphane Metzger (Sylvain), Alain de Moyencourt (Gerard).Producción: Georges Bermann.Música: Jean-Michel Bernard.Fotografía: Jean-Louis Bompoint.Montaje: Juliette Welfling.Diseño de producción: Pierre Pell y Stéphane Rozenbaum.Vestuario: Florence Fontaine.
Stéphane llega a Paris con la esperanza de encarrilar su vida, un trabajo de diseñador gráfico, como el que había soñado, y la posibilidad de ver a su madre de nuevo. Si embargo nuestro joven protagonista tiene problemas para separar la realidad de los sueños y eso le acarreará todo tipo de situaciones angustiosas, y más con su joven y guapa vecina, la cual le gusta, y mucho.
Es preciso decir que esta película requiere mucho esfuerzo por parte del espectador, un esfuerzo imaginativo elevado para poder degustar esta creativa película, quizás en un exceso de creatividad se va la fuerza que en principio podría tener esta cinta. Original si duda alguna, pero algo confusa y, en algunos tramos, aburrida, no obstante es ingeniosa y si nos quitamos los prejuicios cineastas, hasta divertida.
No resalta por sus diálogos, sino más bien por las extrañas situaciones de nuestro raro personaje, por momentos esquizofrénico, por momentos un niño, y sin embargo se le coge cariño. Nunca había visto un película semejante, donde se mezclan las ilusiones de los personajes con sus vivencias cotidianas y sus sueños, donde la mente del protagonista manda en la historia y nosostros tendremos que comprender eso o estaremos perdidos con esta cinta.
Totalmente recomendable si queremos ver algo distinto, todos los personajes tienen algo especial, algo que nos hace fijarnos detenidamente en todos y cada uno de ellos.
1 comentario:
Creo que lo que requiere esta película es que demos rienda suelta a nuestro reducto infantil, para poder gozar de su absurdo, su deje romántico, o sus animaciones en stop-motion. Yo disfrute mucho, aunque su final y su prota me dejasen finalmente algo chafado. También se echa en falta algo más de trasfondo. Pero vamos, que es tal el torrente de creatividad e imaginación de la peli, que se disfruta enormemente.
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