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Dirección: Zack Snyder. País: USA. Año: 2006. Duración: 117 min. Género: Acción, drama. Interpretación: Gerard Butler (rey Leónidas), Lena Headey (reina Gorgo), David Wenham (Dilios), Dominic West (Theron), Vincent Regan (capitán), Michael Fassbender (Stelios), Tom Wisdom (Astinos), Andrew Pleavin (Daxos), Andrew Tiernan (Ephialtes), Rodrigo Santoro (Jerjes), Giovanni Antonio Cimmino (Pleistarchos). Guión: Zack Snyder, Kurt Johnstad y Michael B. Gordon; basado en la novela gráfica de Frank Miller y Lynn Varley. Producción: Gianni Nunnari, Mark Canton, Bernie Goldmann y Jeffrey Silver. Música: Tyler Bates.
Fotografía: Larry Fong.Montaje: William Hoy. Diseño de producción: James Bissell. Vestuario: Michael Wilkinson.

Bueno, por fin llega a esta cartelera la tan famosa película de estos días, puedo aseguraros que he leido un montón de críticas y todas son prácticamente iguales, una buena película, sangrienta, cruel y directa, en todas estas afirmaciones estoy de acuerdo salvo que desde mi punto de vista muy buena no es la película, pero si muy entretenida.

Esparta recibe una amenaza del reino persa, rendición o muerte, y el rey ha de tomar una decisión a la espera de que la cámara del senado decida, y el rey opta por luchar, no quiere una Esparta de esclavos. Con 300 valerosos hombres y algunos soldados griegos se lanza a la batalla de las Termópilas contra el malvadísimo Jerjes, rey dios de Persia, a morir por Esparta.

Otra película más adaptada de un comic que llega a nuestras pantallas, a este paso acabamos con una película del Botones Sacarino, otro torbellino de violencia, pero ahora con connotaciones históricas. Por lo visto la crítica de allende el charco no veía con buenos ojos tanta violencia y sangre, ays señores míos en una guerra se sangra y se mata.



Echaremos en falta diálogos consistentes y fuerza en las actuaciones en los primeros minutos de la cinta, cierto es que en cuanto empiezan la batalla ya nos da prácticamente igual, sólo queremos ver violencia, ya se nos ha metido la vena sanguinaria en el cuerpo. Tiene unas coreografías muy trabajadas en toda la batalla.

Adolece de excesivo patriotismo, aunque sea espartano, con discursos absurdos que llegan al punto álgido con la reina en la cámara, patético. Buena película para entretenerse, y mucho, dos horitas.