23 septiembre 2007

Caminar sobre las aguas

Dirección: Eytan Fox. País: Israel. Año: 2004. Duración: 105 min. Género: Drama. Interpretación: Lior Ashkenazi (Eyal), Knut Berger (Axel Himmelman), Caroline Peters (Pia Himmelman), Gideon Shemer (Menachem), Carola Regnier (Madre de Axel), Hanns Zischler (Padre de Axel), Ernest Lenart (Alfred Himmelman), Eyal Rozales (Jello), Yusef 'Joe' Sweid (Rafik), Imad Jabarin (Tío de Rafik). Guión: Gal Uchovsky. Producción: Amir Harel, Gal Uchovsky y Eytan Fox. Música: Ivri Lider. Fotografía: Tobias Hochstein. Montaje: Yosef Grunfeld. Dirección artística: Avi Fahima y Christoph Merg. Vestuario: Rona Doron y Peter Pohl.


Ayer se decidió por unanimidad ver una película de intriga, para ello recurrí al listado de películas seleccionando las que no había visto, una de ellas era ésta, Caminar sobre las aguas. La sorpresa que nos llevamos fue mayúscula al encontrarnos con un drama espectacular con unas dosis mínimas de intriga, y ser más un film que refleja verdades molestas.


El mossad quiere acabar con la vida de Alfred Himmelman, un ex oficial nazi que creen que regresará a Alemania a vivir sus últimos días. Encargan esta misión a Eyal, un asesino con una vida rota, que deberá investigar a los nietos del objetivo para recabar información, como los nietos se encuentran en Israel, el se hace pasar por un guía turístico. No se esperaba Eyal conocer gente con una mentalidad tan alejada de la suya, tanto en el amor, en la vida y socialmente como este joven par de hermanos.
Los momentos en coche con la música del Boss son los únicos que nos relajan la atención en esta soberbia película. No impacta por la cámara (floja) o las actuaciones (simplonas), destaca por narrar una historia muy humana y mezclarlo con píldoras tan candentes como la homosexualidad, Palestina, nazismo y soledad.
Es un argumento lineal, directo, pero inicialmente sentiremos, yo por lo menos, que nos quieren vender política israelí, propaganda, sin embargo esa sensación se va diluyendo según avanza el metraje para convertirse en una oda a los derechos de los homosexuales al grito de estamos aqui y no somos diferentes.
Una escena tengo grabada y, aún a riesgo de caer en algún spoiler, me siento inclinado a comentarla, esa mirada extrañada, deseosa de encontrar rastros de odio y violencia, que posee Eyal al viajar a Alemania por primera vez en su vida, mirada que levanta el velo de sus prejuicios.
Es muy díficil que una película israelí despierte el interés de los occidentalizados espectadores sin una mirada a la Palestina oprimida, sin embargo obviando la política esta película os encandilará, con una música increible (cantautoras hebreas, Bruce, ...) y unos personajes cercanos que pueden encajar entre nuestros conocidos. La falta de una contundente fuerza interpretativa la solventan con pequeñas anécdotas, lugares y sarcasmo.
"mi mujer decía que yo mato a todo el que se me acerca y .... yo no quiero seguir matando"


1 comentario:

Cesare dijo...

Parece interesante, habrá que echarle un ojo... Por cierto, estoy ya de vuelta con una reseña de Re-Animator.