20 septiembre 2007

El ultimatum de Bourne

Dirección: Paul Greengrass. País: USA. Año: 2007. Duración: 111 min. Género: Acción, drama, thriller. Interpretación: Matt Damon (Jason Bourne), Julia Stiles (Nicky Parsons), Joan Allen (Pamela Landy), David Strathairn (Noah Vosen), Paddy Considine (Simon Ross), Scott Glenn (Ezra Kramer), Edgar Ramírez (Paz), Albert Finney (Dr. Albert Hirsch). Guión: Tony Gilroy, Scott Z. Burns y George Nolfi; basado en un argumento de Tony Gilroy; sobre la novela de Robert Ludlum. Producción: Frank Marshall, Patrick Crowley y Paul L. Sandberg. Música: John Powell. Fotografía: Oliver Wood. Montaje: Christopher Rouse. Diseño de producción: Peter Wenham. Vestuario: Shay Cunliffe.

Inmerso en la noche, con una cervecita bien fría y después de disfrutar del Mito de Bourne, su antecesora, afronté la visualización de la tercera, y de momento, última entrega de la saga. Tras haber visto las tres películas puedo afirmar que, para mi, es una de las mejores trilogías que he visto (salvando las distancias, obviamente con El padrino y El señor de los anillos).

De nuevo Bourne se ve inmerso en su particular terremoto de acontecimientos y esta vez, parece ser, que no tiene elección. Treadstone (proyecto que "creo" a Bourne) ha sido absorbido por Blackbriar, un nuevo proyecto del ministerio de defensa consistente básicamente en lo mismo, más asesinos, y en ese nuevo proyecto Bourne es un escollo, el último testigo de la incómoda verdad de Treadstone y ha de ser eliminado a toda costa. Esta vez Bourne deberá luchar contra cotas más altas de la gerarquía para poder lograr la victoria y su ansiada paz.
Desde el principio desborda acción, tensión e intriga en cotas más elevadas que sus antecesoras, logrando una película redonda en todos los sentidos. Esta vez la trama nos lleva a nuevos escenarios Londres, Paris, Madrid, Tanger y Nueva York. Nos congraciamos con Bourne, con su venganza (busca a los asesinos de su amada Marie) y su heroicidad contra el gran ojo que nos vigila y domina nuestras intimidades.
Nos asustamos con el gran poder de las agencias de espionaje, su efectividad, rapidez, amplitud y contactos, y empezamos a comprender a Bourne, un asesino creado sin su consentimiento. El frenetismo implacable de esta película se desboca en Tanger con unas secuencias que quitan el aliento en las ínfimas calles, azoteas y viviendas.
Bajo mi punto de vista resulta soberbia e impactante, ayudada por una música y efectos especiales finos y detallistas. ¿Logrará Bourne recuperar su memoria? ¿Conseguirá su venganza? No os la perdaís.
Para terminar quiero destacar el papel del director Paul Greengrass (director por la magistral Bloody Sunday) que le ha dado un aire renovado al cine de espionaje y acción, dando más peso a las motivaciones de los personajes y su historia en este género que los tenía olvidados.

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