31 enero 2008

Crónicas

Dirección y guión: Sebastián Cordero. Países: México y Ecuador. Año: 2004. Duración: 108 min. Género: Thriller. Interpretación: John Leguizamo (Manolo Bonilla), Damián Alcázar (Vinicio Cepeda), Leonor Watling (Marisa), José María Yazpik (Iván), Gloria Leyton (Esperanza), Camilo Luzuriaga (detective Bolívar Rojas). Producción: Alfonso Cuarón, Jorge Vergara, Guillermo del Toro, Bertha Navarro e Isabel Dávalos.Música: Antonio Pinto. Fotografía: Enrique Chediak. Montaje: Luis Carballar e Iván Mora. Diseño de producción: Eugenio Caballero. Vestuario: Mónica Ruiz Ziegler.

Ayer me atacó la indecisión, no me vaía capaz de elegir película alguna, estuve tentado entre el Niño de Barro, Crónicas, THX 1138, Time, End Game, Haven... miraba críticas, sinópsis, pero la desidia y el cansancio me tenían embotado, así que me obligué a decirme usando el infalible método del orden de lista, la primera y punto... ¡Et voilà! Acerté y me sorprendí de que esta película, Crónicas, me resultara totalmente desconocida... cuestión del azar en esta ocasión.



La ciudad de Babahoyo, Perú, está conmocionada por los asesinatos de el monstruo, un perturbado criminal que se dedica a matar a niños. Un grupo de periodistas encabezados por Manolo Bonilla (John Leguizamo) llegan para cubrir la noticia del entierro de tres de los niños a tiempo para asistir a un linchamiento popular, Manolo salva la vida del pobre que iba a ser ajusticiado. Ese hombre le propone a Manolo el reportaje de su vida, información del monstruo, a cambio de un reportaje que limpie su mancillado nombre.

Me he liado con la sinopsis, lo reconozco, pero no quería introducir un peligroso spoiler. Sorprende agradablemente la soberbia fotografía que adorna toda esta película, desde el primer frame. Un instante le vale al director para introducir la tensión, para emborracharnos con la trama. La arrolladora fuerza visual y el realismo de las actuaciones, tanto principales como secundarias y "de bulto" hacen que nos transportemos a las calles de esta ciudad y paseemos con sus gentes, que nos metamos en la piel de los reporteros que investigan el caso. Un realismo demoledor, inusual en el cine de hoy en día, ni tan siquiera en el periodismo actual tan drogado de sensacionalismo y politiqueo.

Damian Alcázar tiene a bien brindarnos una actuación espectacular, detallista, llegando a provocarnos la sensación de que nos está hablando al oido. El discurrir gira en torno a un reportaje periodístico, no policial, y esa diferencia hace que el thriller tenga un cariz más cercano al espectador.

De esas películas que te dejan imágenes tatuadas en la retina, que te provoca un aluvión de sentimientos y que dejan algunas preguntas en el aire. ¿Qué somos capaces de hacer por ambición? ¿Justicia o egoísmo?

"...él siente que tiene el poder, el control de todo..."

1 comentario:

Anónimo dijo...

Off topic. ¿Cómo ancheo mi espacio para escribir? Porque con márgenes tan anchos...Patón